Claro que para quitarse de en medio al rey Wamba, que nació el año 630 y falleció el año 688, reinando desde el 672 al 680 buscaron una forma un poco más elaborada y sofisticada de destronarlo:
Fue el día 14 de octubre año 680 cuando el rey se sintió mal, tanto que cayó desmallado. Todos creyeron que había sido envenenado, y que había muerto por el veneno, por lo que cumpliendo el ritual se le dio la extremaunción, se le hizo la tonsura, es decir que se le rapó parte de la cabeza, se le puso el hábito de monje y sobre su cuerpo se hizo una cruz de ceniza.
Pero se imaginan que cuando lo estuvieran velando el muerto despertara, pues eso fue lo que sucedió y es que parece ser que lo que le dieron fue un brebaje que le adormeció de forma temporal.
Cuando despertó reclamó la corona, pero simplemente le dijeron que, de ninguna forma, que las leyes visigodas prohibían reinar a un tonsurado o religioso, así que no hubo forma.
Al rey Wamba no le quedó otra que retirarse al monasterio de Monjes Negros de San Vicente en Pampliega, en Burgos, donde murió ocho años después.
Pampliega rinde homenaje al rey Wamba. Foto: Luis Lopez Araico Luis López Araico
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