De Bernardo Sánchez Bascuñana, que fue verdugo de Sevilla entre los años 1949 y 1960, se cuenta que su primera ejecución, celebrada el 23 de mayo de 1949, fue a una mujer de 23 años que había envenenado a su señora con raticida.
Se da la circunstancia que esta mujer era prima hermana de su mujer y al estar muy nervioso a la hora de la ejecución el médico forense le dijo tomándolo por un testigo.
- Será mejor que se retire, que no mire, no sea que se desmaye.
- Es que soy el verdugo, contestó Bernardo.
Se da la circunstancia que esta mujer era prima hermana de su mujer y al estar muy nervioso a la hora de la ejecución el médico forense le dijo tomándolo por un testigo.
- Será mejor que se retire, que no mire, no sea que se desmaye.
- Es que soy el verdugo, contestó Bernardo.
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