Benedicto IX |
Me estoy refiriendo al papa
Benedicto IX, que fue elegido el año 1032, no por la gracia del espíritu santo,
sino de su padre que era de una familia poderosa que compró o amenazo a los que
debían elegir al papa. Se cuenta que cuando lo “eligieron” era bastante joven,
entre los dieciocho y veinte años, hablando otros de sólo doce años.
Parece ser que la vida que llevó
durante este tiempo no fue de lo más ortodoxa, tanto que algunas descripciones
dicen que era un “demonio del infierno
disfrazado”.
En este primer periodo fue papa
hasta el año 1044, en que parece ser que fue expulsado por la fuerza y se
nombró a Silvestre III, aunque sólo tardó unos meses en recuperar el sillón, expulsando
a la fuerza a Silvestre III el 10 de abril de 1045.
Pero he aquí que cuando había
pasado sólo un mes decidió que quería casarse, por lo que lo mejor que se le
ocurrió fue vender el papado a Gregorio VI, que pagó el pago de 1500 libras de
oro al papa, para que lo dejara.
Claro que Benedicto no se
conformó, ni mucho menos, pensó que lo
mejor sería atacar Roma y ponerse él de nuevo, cosa que consiguió el 8 de
noviembre del año 1047, aunque no fue aceptado por todos, ya que fue
excomulgado y echado del papado el 17 de julio de 1048.
Más adelante se hizo monje en
Grottaferrata donde murió el 18 de septiembre de 1055, aunque él siguió
luchando para conseguir por cuarta vez papado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario