¿Cuántas veces habremos oído y
dicho aquello de El que fue a Sevilla, perdió su silla?Alfonso Fonseca
La frase parece que viene de
cuando reinaba Enrique IV de Trastámara de Castilla.
Un sobrino de Alonso de Fonseca,
Alonso de Fonseca y Acevedo, que era arzobispo de Sevilla, fue también
designado como arzobispo de Santiago de Compostela.
Pensando el tío que con los
problemas que existían en ese momento en Galicia a su sobrino le costaría mucho
tomar posesión de arzobispado, se ofreció a ir el a Santiago para ir
solucionando los problemas, aunque le pidió a su sobrino que durante este
tiempo se hiciese cargo de Sevilla.
A ese acuerdo llegaron y el tío
se fue a Santiago y el sobrino se quedó en Sevilla, pero cuando intentaron
restablecer los lugares, el sobrino le dijo aquello de si quieres arroz
Catalina, que él no se movía de Sevilla y que el arreglo había sido para
siempre e incluso tuvieron que intervenir el Papa Pío II y el rey Enrique que dispusieron
que regresara a Sevilla el año 1463.
El joven, una vez que regresó a
Santiago, terminó preso y sentenciado a cinco años de condena por otros
delitos, pero su carrera continuó y llegó a ocupar los más altos cargos
eclesiásticos, teniendo que ceder su arzobispado a su propio hijo.
De este hecho es de donde vino la
frase, aunque en realidad no es como la decimos ahora, porque no es El que fue
a Sevilla, perdió su silla, como ha quedado, sino El que se fue de Sevilla,
perdió su silla.
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