Resulta
que uno de los militares que mejor fue tratado por el rey Alfonso
XIII fue Francisco Franco, tanto que le nombró director de la
academia de Zaragoza, le concedió la medalla militar o incluso fue
padrino de la boda con Carmen Polo, aunque en este caso estuvo
representado el rey por el alcalde de Oviedo, que es donde se celebró
la boda.
Cuando Franco da el golpe de estado, supongo que el rey, ya en el destierro, pensaría que lo volvería a poner en el trono e incluso regaló un millón de pesetas a la causa.
Imagino como se debió quedar cuando vio nada de nada, que Franco no pensaba ponerle de nuevo a reinar y lo que pretendió e hizo fue quedarse él gobernando.
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