¡Vivan las cadenas!

Se cuenta que cuando el rey Fernando VII, el peor rey de la historia de España, regresó a España después de haber estado viviendo a cuerpo de rey, nunca mejor dicho, con todo pagado por Napoleón Bonaparte, al que el pueblo español odiaba, mientras él lo admiraba e incluso le suplicó casarse con alguna de sus hermanas o familiares, un grupo de voluntarios llegó hasta el carruaje que lo llevaba, desengancharon los caballos y ellos mismos arrastraron la carroza, y lo hacían al grito de ¡Vivan las cadenas!.

De ahí viene la frase, la frase que por lo menos para mi puede ser considerada como de las más vergonzosas de la historia de España, porque el rey más pelota no pudo ser al emperador francés, mientras sus súbditos españoles sufrían y morían por la misma causa que el había originado.