Cuando cae el reino visigodo de Toledo frente a los árabes, algunos nobles se refugian en las montañas de Asturias y surge así la figura del líder Rey Pelayo, que instaura la monarquía y establece la Corte en Cangas de Onís en el año de 718.
Trece fueron los reyes que tuvo el reino de de Asturias, trece empezando por don Pelayo.
En esa época la monarquía era electiva, como lo había sido con los visigodos, pero después de la muerte del rey Ramiro I el año 850, le sucedió su hijo Orduño I, sin que hubiese votación, con lo que la monarquía se convirtió en hereditaria.
Fotografía: El rey Ramiro I de Asturias, pintado por Isidoro Lozano, pertenece al Museo del Prado, aunque se encuentra depositado en el Museo de Covadonga.
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