El primer empaste molar de la historia lo realizó un médico recién licenciado en la Universidad de Padua, el año 1447. Antes que nada se procedía a insensibilizar el diente aplicándole unas hierbas que dormían los nervios. Después se vaciaba la muela con un taladro manual y se rellenaba con oro, cauterizándolo con un hierro candente.
Como podemos imaginar era una operación bastante dolorosa.
Como podemos imaginar era una operación bastante dolorosa.
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