
La mina, que era de una variedad de antracita de altísima calidad llamada heibao, gema negra y el incendio ha devorado en los casi dos siglos que ha permanecido activa, 30 millones de toneladas, es decir la décima parte de la reserva total del yacimiento, y puso en peligro a la población de la ciudad, con la aparición frecuente de humeantes grietas en el suelo y un alto riesgo de corrimientos de tierra.
En paises como China o la India, los incendios como este, que tienen una larga duración, son muy difíciles de apagar debido entre otros factores a las dificultades de acceso, a la falta de control de muchos pozos pequeños, que son abandonados dejando en su interior grandes cantidades de polvo de carbón, altamente combustible.
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