El cuadro El Jardín de las Delicias, que se encuentra en el Museo del Prado, podemos considerarla la obra cumbre del pintor holandés El Bosco.
El tríptico está realizado en óleo sobre tabla, y las medidas de la tabla central son de 220 por 195 centímetros y puede ser considerada una de las obras más atrayentes, misteriosas y fascinantes de la historia del arte.
A esta obra se la conoce también con el nombre de La pintura del madroño, y esta denominación es de origen español, ya que cuando fue comprado por el rey Felipe II lo entregó al supervisor de El Escorial, a fray José de Sigüenza, y este escribió al inscribirlo en los registros del palacio: la otra tabla, de la gloria vana y breve gusto de la fresa o madroño y su olorcillo que apenas se siente cuando ya es pasado, es la cosa más ingeniosa y de mayor artificio que se pueda imaginar, ya que efectivamente apreciamos la imagen de unas fresas o madroños en el primer término de la tabla central.
El cuadro estuvo en El Escorial hasta que fue trasladado al Museo del Prado el año 1939.
Claro que este cuadro no es sólo una obra genial, si que es en la que aparecen pintadas el mayor número de personas, pues en ella figuran más de 450 personas, entre hombres y mujeres, así como todo tipo de plantas y animales existentes o mitológicos.
El tríptico está realizado en óleo sobre tabla, y las medidas de la tabla central son de 220 por 195 centímetros y puede ser considerada una de las obras más atrayentes, misteriosas y fascinantes de la historia del arte.
A esta obra se la conoce también con el nombre de La pintura del madroño, y esta denominación es de origen español, ya que cuando fue comprado por el rey Felipe II lo entregó al supervisor de El Escorial, a fray José de Sigüenza, y este escribió al inscribirlo en los registros del palacio: la otra tabla, de la gloria vana y breve gusto de la fresa o madroño y su olorcillo que apenas se siente cuando ya es pasado, es la cosa más ingeniosa y de mayor artificio que se pueda imaginar, ya que efectivamente apreciamos la imagen de unas fresas o madroños en el primer término de la tabla central.
El cuadro estuvo en El Escorial hasta que fue trasladado al Museo del Prado el año 1939.
Claro que este cuadro no es sólo una obra genial, si que es en la que aparecen pintadas el mayor número de personas, pues en ella figuran más de 450 personas, entre hombres y mujeres, así como todo tipo de plantas y animales existentes o mitológicos.
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