
En esos momentos el futuro rey contaba sólo cinco años de edad y el padre por hablar de algo le preguntó en forma de juego que como se llamaba. A lo que el niño contestó.
- Luís XIV, señor.
Como pueden imaginar al padre no le debió hacer mucha gracia la respuesta del niño, que ya se veía rey ante su padre moribundo, o que alguien le había indicado que lo sería muy pronto.
El rey Luís XIII falleció muy poco tiempo después de aquella anécdota y por supuesto que su hijo se convirtió en rey, y reinó con el nombre de Luís XIV.
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