El 10 de noviembre del año 1793 la comuna de París organiza, en la Catedral de Notre Dame, una fiesta en honor a la Diosa Razón.
Para su realización se tapan las capillas laterales con grandes tapices y la cantante Maillard, del Theatre des Arts, era la que personificaba a la diosa y sentada en el altar era aclamada por la multitud. Redobles de tambores, estridencias de trompetas y el tronar del órgano acompañan la orgía, mientras dentro del templo se danza en torbellinos.
Una fiesta parecida se celebra en la Iglesia de Saint-Eustache, que se convierte en un gran cabaret. Alrededor del coro se disponen mesas cargadas de botellas, salchichones, patés y carnes.
Sobre los altares se celebra la lujuria y la glotonería. En Saint-Gervais se baila en la capilla de la virgen. Llegada la noche, las masas marchan hacia la plaza de la Greve en una procesión jacovina.
Para su realización se tapan las capillas laterales con grandes tapices y la cantante Maillard, del Theatre des Arts, era la que personificaba a la diosa y sentada en el altar era aclamada por la multitud. Redobles de tambores, estridencias de trompetas y el tronar del órgano acompañan la orgía, mientras dentro del templo se danza en torbellinos.
Una fiesta parecida se celebra en la Iglesia de Saint-Eustache, que se convierte en un gran cabaret. Alrededor del coro se disponen mesas cargadas de botellas, salchichones, patés y carnes.
Sobre los altares se celebra la lujuria y la glotonería. En Saint-Gervais se baila en la capilla de la virgen. Llegada la noche, las masas marchan hacia la plaza de la Greve en una procesión jacovina.
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