Enrique I de Castilla, que nació el
día 14 de abril del año 1204, llegó a ser rey cuando sólo contaba diez años, al
morir su padre Alfonso VIII, el 6 de octubre del año 1214.
Pero he aquí que tres años más
tarde, el 6 de junio de 1217, cuando el rey se encontraba jugando, como un niño
que era, con otros niños en el palacio episcopal de Palencia recibió una
pedrada en la cabeza que le ocasionó la muerte
Otra curiosidad es que después de
muerto, el que había sido regente, el conde Álvaro Núñez de Lara intentó, en
medio de las luchas que existían en esos momentos, ocultar su muerte, hasta que
su hermana Berenguela se dio cuenta, sucediéndole y trasladando su cuerpo al
Monasterio de las Huelgas de Burgos.
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