Fernando III el Santo |
¿De dónde viene la frase?
Dicen que para saber el origen
debemos remontarnos al siglo XIII, cuando se celebró la batalla de las Navas de
Tolosa y el rey Fernando III el Santo encargó a uno de sus capitanes, Alvar
Fañez, el Mozo, la conquista de Úbeda, pero he aquí que desapareció antes de la
batalla y no apareció hasta que la batalla había terminado, declarando que se
había perdido por los cerros.
Cuando los demás escucharon la
justificación se convirtió en motivo de guasa, cachondeo y mofa y apareció la
frase de irse por los cerros de Úbeda, frase que ha llegado hasta nuestros
días.
También en El Quijote aparece la
frase:
¡Eso sí, Sancho! —dijo don
Quijote—. ¡Encaja, ensarta, enhila refranes, que nadie te va a la mano! ¡Castígame,
mi madre, y yo trómpogelas! Estoyte diciendo que escuses refranes, y en un
instante has echado aquí una letanía dellos, que así cuadran con lo que vamos
tratando como por los cerros de Úbeda. Mira, Sancho, no te digo yo que parece
mal un refrán traído a propósito; pero cargar y ensartar refranes a troche
moche hace la plática desmayada y baja.
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