Y fue el 8 de mayo del año 1561
cuando el rey Felipe II tomó la decisión de establecer la corte de forma
permanente en Madrid, cuentan que para separar la corte de la influencia que
tenía el arzobispo de Toledo, cuenta que fue a la reina, Isabel de Valois a la
que no le gustaba Toledo, claro que también es muy probable que tuviera que ver
la cercanía de El Escorial, lugar que había elegido el rey para la construcción del monasterio que serviría de
retiro y de panteón de los reyes, aunque se dijo que era porque tenía un clima
más suave y estaba mejor situada geográficamente.
Hasta ese momento había sido hoy
una y mañana la otra, ya que la capitalidad estaba donde estaba el rey, en Valladolid,
Toledo, Sevilla o Cádiz.
A partir de ese momento comenzó
la transformación de la ciudad, para ser la que tuviese la corte del rey entre
sus calles.
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