Hace unos años escribí una entrada en mi blog hablando de los
papas españoles que había habido a lo largo de la historia: Damaso I, Calixto
III, Alejandro VI y el antipapa Benedicto XIII.
Tiempo después recibí un mensaje diciendo que me había
olvidado de Clemente VIII, y me di cuenta que esa persona tenía razón, aunque
ese papa no fue reconocido oficialmente y es considerado antipapa, como
Clemente VIII.
La historia de este antipapa la debemos a otro también
español, Benedicto XIII, también español y conocido como el papa Luna, que
nunca llegó a reconocer al papa oficial, Martín V, y continuó ejerciendo como
papa y antes de morir dio orden que cuatro de los cardenales que le quedaban de
confianza que fueran los que eligieran a su sucesor, y estos eligieron a uno de
ellos que fue el que tomó el nombre de Clemente VIII, el año 1424.
La Iglesia Católica no llega a reconocer al nuevo papa y la
situación se mantiene con dos papas, hasta el año 1429 en que, supongo que
terriblemente presionado entre otros por el rey de Aragón Alfonso V, Clemente
VIII renuncia voluntariamente al papado, declara la obediencia al papa Martín
V.
En compensación el papa lo nombra obispo de Mallorca, y
estuvo ostentando este cargo hasta que falleció 1446.
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